Algo más sobre las grasas trans

11 de diciembre de 2015

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Uno de los problemas que preocupan al mundo occidental es el gran incremento de la obesidad y la diabetes, y una de sus causas, son el incremento de las grasas en la alimentación. Las grasas saturadas suelen tener muy mala prensa, pero en realidad las más perjudiciales para la salud, son las grasas “trans”, no obstante una mayoría de personas desconocen lo que son y las consecuencias de su consumo.
Una nutrición equilibrada tiene que aportarnos energía, es decir las calorías que necesitamos para desarrollar nuestras actividades. Estas calorías deben repartirse en estas proporciones: entre un 50-55% aportada por los hidratos de carbono (cereales, legumbres, fruta) sin que haya más de un 10% de azúcares simples (azúcar como tal en café, leche, o en bebidas azucaradas o en pasteles), un 10-15% procedente de las proteínas (carnes, pescado y algunos vegetales) y un 20-30% de las grasas, de las cuales lo recomendable es que un 20-25% sean mono-insaturadas (aceite de oliva, frutos secos, aguacate), un 5% de poli-insaturadas (pescado azul, acetites de pescado, omega-3) y sólo entre un 7-8% de grasas saturadas (leche y derivados, carnes rojas grasas, embutidos), además de un 3-5% de fibra.
Las grasas saturadas se han presentado como “el malo de la película” y son las que se han relacionado con el colesterol alto y patología cardiovascular. En efecto su exceso nos perjudica y hemos de procurar no rebasar del 7-8%, mientras por el contrario son muy convenientes las grasas poli-insaturadas omega-3 (EPA+DHA).
Sin embargo, no nos apercibimos que cada día se ingiere más un tipo de grasas, que son las más perjudiciales para la salud y el sistema cardiovascular, que son las grasas trans. Su consumo es a través de alimentos procesados. Son las que en la etiqueta de sus envases pone: “aceites vegetales parcialmente hidrogenados”, y su alto consumo es el que se relaciona con el aumento de infartos, ictus, hipertensión, obesidad, elevación del colesterol ‘malo’, diabetes e incluso cáncer.
Para la consistencia de muchos alimentos, se precisa grasa sólida y las grasas saturadas naturales se enrancian y con el tiempo dan mal sabor, por ello la industria hidrogena aceites vegetales, es decir los transforma en grasa sólida, las llamadas “trans” que no se enrancian, pero son las perjudiciales para la salud. Se encuentran principalmente en productos bollería industrial (donuts o similares), diversas galletas, magdalenas, barritas de cereales, margarinas, sopas y salsas preparadas, pizzas congeladas, platos precocinados, patatas fritas industriales, aperitivos y snacks salados, palomitas, helados y cremas, entre otros muchos.
Consciente de ello el Center for Disease Control and Prevention de USA, a partir del próximo año en el etiquetado de productos procesados obligará a poner “grasas trans” en vez de “aceites vegetales parcialmente hidrogenados”, pues el consumidor el término: “aceites vegetales” le suena a sano.
Hay muchos trabajos sobre esta cuestión, pero los interesados podrán encontrar resumida la información en un estudio recién publicado en el BMJ (de Souza R et al. (2015); Intake of saturated and trans unsaturated fatty acids and risk of all cause mortality, cardiovascular disease, and type 2 diabetes: systematic review and meta-analysis of observational studies).
Los autores revisaron nada menos que 20.413 publicaciones sobre el tema y al final seleccionado 73 meta-análisiss como los más rigurosos e importantes. El resumen es demostrativo, el consumo de grasas saturadas a niveles aceptables, no aumentó de forma significativa el riesgo de mortalidad total, ni cardiovascular, ni los accidentes isquémicos cerebrales, mientras que el consumo alto de grasas trans (unos 2 g/día) se asoció con más riesgo de mortalidad (OR = 1.34), de enfermedad cardiovascular (OR = 1.28) y diabetes tipo 2 (OR = 1.10).
En resumen, no se debe abusar de las grasas saturadas, pero en especial, se deben evitar los productos de bollería industrial y revisar en las etiquetas de los productos envasados la presencia de grasas parcialmente hidrogenadas.
Dr. Juan Sabater-Tobella
European Specialist in Clinical Chemistry and Laboratory Medicine (EC4)
Member of the Pharmacogenomics Research Network

Presidente de EUGENOMIC®

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