Riesgos de los antiinflamatorios no esteroideos

29 de junio de 2017

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La administración de antiinflamatorios no estroideos (AINEs), el más popular el ibuprofeno, junto con los protectores gástricos, inhibidores de la bomba de protones (IBPs), omeprazol el más vendido, lesionan el intestino delgado.

Por un lado los primeros, a pesar de ser antiinflamatorios para el tratamiento de procesos dolorosos y articulaciones, son inflamatorios para el intestino delgado. Y los segundos al cambiar el pH del intestino alteran la flora microbiana que contribuye a esta lesión.

Es decir mejoramos el dolor, pero estropeamos el intestino.

Es un problema real, que debe tenerse en cuenta, y no alargar el tratamiento con AINEs. Y en todo caso si se ha de alargar, buscar alternativas.
Ante este problema se han hecho estudios, y en este sentido se ha publicado un trabajo multicéntrico internacional, en el que también ha participado el Hospital Gonzalo Bielsa de Zaragoza.
Reporta el efecto beneficioso que, sobre la ulceración intestinal provocada por AINES, tiene la administración de rifaximina. Esto es, un antibiótico de liberación lenta. Lo que estaría de acuerdo con las teorías que sostienen que la lesión intestinal, está mediada por la propia flora intestinal.

La rifaximina asociada con el uso de antiinflamatorios no esteroideos, reduce el número y la gravedad de las lesiones intestinales.

Otro trabajo alerta que los AINEs aumentan el riesgo de infarto de miocardio.

El Departamento de Farmacia y de Epidemiologia de Montreal, ha realizado una revisión sistemática seguida de un meta-análisis, con datos individualizados de los pacientes sobre la relación entre AINEs e infarto de miocardio. Revisaron un grupo de 446.763 personas entre las que se incluían 61.460 que tuvieron un infarto agudo de miocardio. Esta publicación ha sido el primer “top ten” del mes de mayo, es decir el artículo más leído del mes.
Examinaron la relación entre los que toman AINEs, una semana, un mes o más de un mes, y los que sufrieron un infarto de miocardio.
Los índices de riesgo relativos de padecer un infarto con AINEs en relación a no tomarlos (OR) fueron: 1,24 para el celecoxib, 1,48 para el ibuprofeno, 1,50 para el diclofenaco, 1,53 para el naproxeno, 1,58 para el rofecoxib. El riesgo aumenta también en función de las dosis.

LA CONCLUSIÓN es que se debe ser más restrictivo al prescribir AINEs, y cuidar las dosis y la duración del tratamiento.

Conviene recordar que tanto los AINEs como los IBPs tienen importantes interacciones con otros medicamentos. Que se metabolizan todos ellos por enzimas, de cuyos genes hay polimorfismos que pueden alterar su efecto. Desconocerlo o desestimarlo, puede causar graves efectos adversos a los pacientes.
Una vez más no nos cansamos de recordar lo que ya nos dijo Hipócrates: “Primum non nocere”.
Dr. Juan Sabater-Tobella
European Specialist in Clinical Chemistry and Laboratory Medicine (EC4)
Member of the Pharmacogenomics Research Network

Presidente de EUGENOMIC®
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