Testosterona y Alzheimer

Puesto que “La Marató” de este año tiene como objetivo ayudar a la investigación de enfermedades neurodegenerativas, queremos resaltar una vez más, la importancia de mantener el nivel de testosterona adecuado en hombres por su gran relación con el Alzheimer.
Son muchos los trabajos que vinculan los niveles de testosterona y Alzheimer. Ya en el año 2004, Moffat SD et al, determinaron los niveles de testosterona libre en 1958 hombres “normales” y los siguieron durante una media de 19 años. Los que desarrollaron Alzheimer tenían ya desde el inicio unos niveles significativamente más bajos de testosterona que los que no desarrollaron Alzheimer. Unos trabajos de muy alto nivel desarrollados por Tan RS publicados en el año 2013, han demostrado por la técnica de PET (Positron Emission Tomography) que en pacientes con Alzheimer y con testosterona baja, la administración de testosterona mejora el metabolismo de la glucosa en el cerebro principalmente en el lóbulo parietal y el tronco cerebral. En un trabajo también del año 2013, Barron A et al, hacen una revisión sobre el tema y concluyen que el descenso de testosterona a niveles inferiores a los aceptados como normales en el hombre adulto, aumenta la formación del beta-amiloide, aumenta la fosforilización de la proteína Tau, aumenta la muerte neuronal y provoca trastornos cognitivos, todo ello relacionado directamente con el desarrollo del Alzheimer. Finalmente diversos trabajos experimentales con ratas como el de Seyedreza et al, del 2013, describen que en ratas a las que se ha provocado químicamente un Alzheimer, si se les suministra testosterona mejoran la capacidad cognitiva y de memoria en los test experimentales validados para evaluar estos efectos.
No podemos en una nota breve hacer una revisión del tema, solamente señalar que hay muchos datos de gran solvencia que demuestran que mantener a los hombres con unos niveles adecuados de testosterona es preventivo para la aparición de Alzheimer, y que los niveles adecuados son los que corresponden a la década de los 40 años, aunque no siempre deben normalizarse a base de dar testosterona, sino que dependiendo de la edad debe estimularse su producción mediante gonadotrofinas con el fin de estimular las gónadas, mientras en otra etapa puede ser conveniente inhibir la aromatasa y finalmente en personas añosas es cuando se debe prescribir testosterona, preferiblemente por vía dérmica con gel, para evitar su metabolización hepática que puede a la larga se perjudicial. Es preciso mantener unos niveles de testosterona adecuados para cada edad y circunstancia y por lo medios terapéuticos más respetuosos con la fisiología del sistema endocrino.
También resaltar, que en mujeres, la aparición de Alzhemier desciende significativamente en aquellas que han hecho tratamiento hormonal sustitutivo (THS) después de la menopausia durante más de 5 años, preferible entre 5-10 años. Pero debe tenerse en cuenta la recomendación de conocer previamente antes de administrar (THS) si debido a alguna alteración en sus genes el tratamiento hormonal puede ser adecuado sin que pueda provocar riesgo de trombosis o cáncer de mama.
Dr. Juan Sabater-Tobella
European Specialist in Clinical Chemistry and Laboratory Medicine (EC4)
Member of the Pharmacogenomics Research Network
Presidente de EUGENOMIC®
EUGENOMIC® Asesores en Farmacogenética y Medicina Genómica
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